Me es un honor invitar a tan ilustres poetas. Hombres y mujeres que admiro su compromiso y pasión por la poesía y demás obras artísticas universales. En ese intento que, considero en mi breve opinión, decodifica lo que está enredado en el corazón del hombre y desnudarlo con la intención redentora en que todos seamos iguales, o por lo menos, compartir una misma lágrima, fluir con una misma dirección en la sangre, o abrazarnos con la misma belleza con que abrazamos a la esperanza.

Muchas gracias a todos ellos.

Yo sigo siendo tan inocente que, me sigue alumbrando la bendita esperanza de que un día, los poetas gobernarán el mundo.

Facundo Cabral