Me he reencontrado con mi silencio, como quien desnuda sus pies en el mar.

 

He mal acostumbrado a mi infancia a espiarme, cuando no tengo a donde más huir.

 

A veces para encontrar la luz, es necesaria la dirección de las penumbras.

 

Me faltan pasos y me sobran caminos.

 

Escribo para terminar de criar mi imaginación de niño.