«Sí, soy un soñador, porque soñador es aquel que sólo encuentra su camino bajo la luz de la luna y cuyo castigo es contemplar el alba antes que el resto del mundo».

Oscar Wilde.

—–

Soy María Mercedes Solórzano, una mujer soñadora y romántica, un alma anacrónica con una sensibilidad poética más propia del siglo XVIII.

Expresarme, escribiendo poesía, se ha convertido en algo esencial en mi día a día.

En el tiempo en que mis dedos sostienen la pluma impregnando el inmaculado papel con olor a tinta trazando palabras de amor, me sumerjo, bajo la lira de Erato, en mi remanso de paz donde solo hay quietud y belleza.

El amor por el arte, la música clásica y la lectura arrullaban cada día a la niña que fui, abocándome a convertir la escritura en una necesidad vital que afloraría con gran ímpetu en mi edad adulta.

INFOR
Crecí en un hogar donde la cultura estaba siempre presente, cultivando y deleitando todos mis sentidos. La creatividad y la fantasía siempre fueron mis compañeras de juegos en la infancia.

Nutrí mis conocimientos siendo una lectora, tan precoz como voraz, de literatura clásica, sobre todo europea. Más adelante, el romanticismo español y el modernismo hispanoamericano fueron un foco de atención muy importante para mí, siendo Rubén Darío una fuente de inspiración crucial.

Ya en la secundaria, con 13 años, di el salto de la lectura a la escritura, comenzando así mi historia de amor con la poesía, que no ha hecho más que reforzarse a lo largo de mi vida.

Tras concluir mis estudios de bachillerato, continué formándome en Diseño de Moda en Viena, donde resido actualmente.

Aquí me empapé de obras clásicas de Rilke, Goethe y Kafka entre otros, aprovechando mi bilingüismo pude disfrutar de cada matiz que albergan las palabras en el idioma original.

Durante un tiempo centré mi atención en la lectura, pero la musa Erato hizo acto de presencia y comencé a escribir de nuevo, con rima final y con verso libre, tanto en español como en alemán.

Y una prueba de ello es que, en el ámbito literario, he logrado colaborar en un par de revistas con mis creaciones: en “Cultura Latina”, publicada en Austria y editada en alemán y español, donde me presentaron y publicaron mis poemas en ambos idiomas; y en “Woadsack”, revista de Salzburgo, donde está presente mi poesía en alemán.

Sin más que añadir, solo me queda mostrar mi más profundo agradecimiento a Héctor Gaibor por invitarme a publicar unos de mis poemas en su página.

Disfruten la lectura.

—-

Qué fácil, qué difícil

Soñé un pájaro de malaquita
abrir y cerrar sus alas,
qué fácil es amarte
qué difícil quererte
bajo esta noche iluminada,
por una luna nívea
de faldas almidonadas…

Imaginé pieles albas
griegas las estatuas,
¡Ay! Qué fácil es amarte,
qué difícil tenerte
lirio sagrado entre mis manos,
en esta noche blanquecina
de mechones plateados…

Figuré caminos
salpicados de sedas y rasos,
qué fácil es amarte
qué difícil quererte
sol de mis mañanas,
ahora que mi mirada
se pierde en lo lejano,
ahora que no hay nubes
ni sombras filigranas,
ni un pájaro de malaquita
que me arrope,
entre sus alas doradas…

—-

Rosa y manzanilla

Cuando la mente
es blanca,
tersa
como el remanso
de un río,
cuando en mis sueños
no apareces
y tu calor añoro
junto al mío…
Sé con certeza
que caminas
con el alba en mano
envuelto de embeleso,
que vienes a perfumar
de besos mi día,
tú,
lira en mi poesía…

Y las horas se transforman
en rosa y manzanilla,
la brisa lleva la miel
de tu sonrisa,
tu voz palpita
en el fulgor del mediodía,
tu todo invade mi alma
tu imagen en mi pupila,
es armonía…